Christian Dior celebró el lunes por la noche su 60 cumpleaños en el palacio de Versalles al son de flamenco y gospel, dos estilos musicales que ama con exceso el diseñador John Galliano, artífice desde hace una década del éxito de la firma francesa a la que rindió un homenaje junto a algunos de los más grandes pintores de la historia.
Se cumplían 60 años del primer desfile de Dior, pero también 10 años del fulgurante ingreso de Galliano en sus filas. El diseñador, que ha mirado varias veces a España a la hora de buscar la inspiración, decidió celebrarlo vestido de torero.
La doble efeméride, celebrada con un espectacular desfile y un baile que duró hasta el alba, sirvió para demostrar una vez más la enorme capacidad de convocatoria del tándem Galliano-Dior. A media noche la fiesta solo parecía comenzar, cuando una parte de los invitados llegaba y otra abandonaba los jardines de la Orangerie del palacio de Versalles, donde acababan de tener lugar los desfiles.
El primero de ellos lo protagonizaron desde casi media tarde los invitados. Entre los personajes que recurrieron a sus mejores galas para la fiesta estaba Pedro Almodóvar.
La tarjeta de invitación había sido explícita en su exigencia de "elegancia extrema" para entrar en palacio.
Nuevo regente del lugar desde hace tan solo unas semanas, el exministro de Cultura, Jean-Jacques Aillagon, entendió la el código vestido de traje claro y diurno, en abierto contraste con una asistencia masculina donde dominó el negro.
Tras el desfile, el modisto hizo su acostumbrada y esperadísima aparición, vestido con un traje de luces, en azul cielo con bordados dorados, medias rosadas y sombrero negro. El artista gibraltareño se convirtió en el modelo más aplaudido de la noche.
Se cumplían 60 años del primer desfile de Dior, pero también 10 años del fulgurante ingreso de Galliano en sus filas. El diseñador, que ha mirado varias veces a España a la hora de buscar la inspiración, decidió celebrarlo vestido de torero.
La doble efeméride, celebrada con un espectacular desfile y un baile que duró hasta el alba, sirvió para demostrar una vez más la enorme capacidad de convocatoria del tándem Galliano-Dior. A media noche la fiesta solo parecía comenzar, cuando una parte de los invitados llegaba y otra abandonaba los jardines de la Orangerie del palacio de Versalles, donde acababan de tener lugar los desfiles.
El primero de ellos lo protagonizaron desde casi media tarde los invitados. Entre los personajes que recurrieron a sus mejores galas para la fiesta estaba Pedro Almodóvar.
La tarjeta de invitación había sido explícita en su exigencia de "elegancia extrema" para entrar en palacio.
Nuevo regente del lugar desde hace tan solo unas semanas, el exministro de Cultura, Jean-Jacques Aillagon, entendió la el código vestido de traje claro y diurno, en abierto contraste con una asistencia masculina donde dominó el negro.
Tras el desfile, el modisto hizo su acostumbrada y esperadísima aparición, vestido con un traje de luces, en azul cielo con bordados dorados, medias rosadas y sombrero negro. El artista gibraltareño se convirtió en el modelo más aplaudido de la noche.
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